Es una época molesta para los vecinos, y muy activa para las gaviotas; el consumo de energía es altísimo; cópulas, defensas del territorio, peleas, puesta de huevos, requieren un suplemento alimenticio.
Típica pareja descansando en las horas centrales del día.
Tal vez, por eso, nuestras emplumadas vecinas, además de buscar comida en los contenedores, bolsas de basuras o regalitos que les dejan algunas ancianitas a los gatitos callejeros, se dedican al consumo de alimentos más energéticos.
El otro día, Indira observó una escena nada grata, y me permite mostrar las imágenes.
Una desgracia para la paloma, y un aporte de energía extra para que la gaviota continúe el ciclo reproductor con más garantías de éxito.
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