Había dos adultos en el malecón; uno de ellos con las plumas de la cola en mal estado.
Como había poco más, fuimos a la ria de Ferrol; en una de las ensenadas de O Seixo, descansaban varias garzas reales (Ardea cinerea) y la Garceta grande (Casmerodius albus).
Se estaba de cine; una pareja de azulones tonteaba en la orilla, los andarrios chicos correteaban por la orilla y solo se escuchaba a las lejanas gaviotas, hasta que un imbecil llegó con su coche del que salía a un volumen brutal una música insoportable...
Hasta la garceta se asustó con el ruido.
En Maniños, las gaviotas podían descansar tranquilamente.
Esta parejita tomaba el sol tranquilamente.
En su sitio de siempre, estaba la anillada.
Hola Antonio!!
ResponderEliminarAún están los nigricollis en Maniños??
Un saludo
Hola Sergio:
ResponderEliminarPues los busqué, pero no pude localizarlos, supongo que se fueron con la música a otra parte.