Lamentablemente, y aunque el día estaba perfecto, no había muchos pájaros, y a pesar de patear durante 2 horas y media, apenas vimos cosas interesantes. La lista de aves observadas no superó la cincuentena.
También pasamos por Moreira a última hora. Tampoco hubo suerte...
En Nemiña nos encontramos con numerosas gaviotas cabecinegras (Larus melanocephalus). Y con cuatro gaviotas canas (Larus canus), todas de 1° invierno como el individuo de la fotografía.
Lo más interesante del día, fue este escribano nival (Plectrophenax nivalis), que aunque no era de los más confiados, nos proporcionó unos buenos momentos.
Se alimentaba en la orilla, entre los restos de los materiales arrastrados por la marea.
De camino a Touriñan, un ratonero extremadamente confiado (no es lo normal en estos bichos). Todos conocemos que nada más parar el coche, suelen salir disparados. Este nos dejó observarlo a placer a unos 15 metros de distancia.
El valle de Nemiña es un lugar increíble, y aunque nosotros siempre vamos buscando bichos raros, siempre es un gustazo pajarear por él, ya que normalmente, siempre hay buenas cantidades de aves comunes.
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