Todos los años por estas fechas estivales, me da el "mono"; un síndrome de abstinencia que solo consigo mitigar viendo fotos y recordando el invierno y esos miles de patas y picos rodeados de plumas blancas, marrones y grises.
Hoy con un sudor frio recorriendo mi espalda y con temblores en las manos (es broma...), recordaba esas maravillosas horas en la playa de Cariño o en la costa de Pantín con un viento insoportable, la arena ametrallando mi impermeable y los pañuelos de papel trabajando sin descanso como un limpia parabrisas, el paraguas tirando de mi, como un niño que se quiere ir a jugar al parque.... A veces me pregunto si no tendrá todo esto una componente masoquista...
Una de tantas gratas escenas de campo. Una furgoneta con restos de pescado es más que suficiente para organizar una buena fiesta. Puerto de Cariño.
Una típica escena de un día de invierno en uno de los lugares privilegiados de la costa norte para la observación de Láridos; la playa de la Concha en cariño.
Este invierno, el número de Larus marinus fue espectacular en Cariño.
Más de 30 gaviones se pudieron observar juntos en esta pequeña playa el invierno pasado.
Ver esas playas llenas de monótonas gaviotas acicalándose en lugar de toallas de todos los colores y olor a bronceador....
Que "morriña" recordar esos días con un par de miles de gaviotas en el arenal de pantín...
Con paciencia y pericia ocular, podemos descubris muchísimas cosas interesantes en estos grandes grupos...
Cuando la laguna de A Frouxeira está con niveles bajos de agua durante los pasos migratorios, la plataforma de arena que aparece en su zona norte, sirve de descanso a un buen número de gaviotas.
Laguna de A Frouxeira a principios de la primavera.
Bueno, después de esta entrada, ya estoy más tranquilo y los niveles de ansiedad ya están más bajos y el "mono" ya no es tan fuerte. Hay que pensar que dentro de un par de meses, "volverán las oscuras GAVIOTIÑAS en nuestras playas sus plumas a limpiar".
Ahora no hay gaviotas, pero es la época de las sardinas asadas..., que tampoco están mal.
ResponderEliminarYa llegarán ya, y los limícolas, y los págalos...