Hace más de 20 años que abandoné mi afición a plantar todo árbol que veía creciendo en los bordes de los caminos. Todo acabó, cuando me destrozaron mi colección de árboles; desde que soy urbanita, y por cuestiones de espacio nunca tuve muchas plantas en casa.
En mi último viaje a Costa Rica, un árbol, entre los demás, llamaba continuamente nuestra atención por su gigantesco porte, verdor e inigualable silueta. Una mañana, mientras buscábamos un Mochuelo, acabamos bajo uno de estos majestuosos árboles.
Se trataba del Enterolobium cyclocarpum (Guanacaste). Es un árbol de la familia de las Fabáceas (una especie de acacia, vamos). Típico del bosque tropical seco, lo encontramos desde México (donde tiene un montón de nombres comunes), Panamá (Corotú), Venezuela (Carocaro).
El "árbol de Orejas", es un enorme árbol de hojas compuestas, de color verde claro y brillante. Su nombre nativo en Nahuatl, se refiere al parecido con una oreja que tienen sus vainas. Dentro de sus retorcidas vainas, que suenan como un sonajero, hay unas cuantas semillas muy bonitas y de una dureza extrema.
3 semillas de este árbol, se vinieron conmigo desde la costa pacífica del país de los Ticos. Tras escarificar las semillas (Lijar semillas duras e impermeables para conseguir la germinación), y tras dos fracasos, la tercera y última, germinó.
Si queréis ver fotos del porte del árbol, las semillas, flores, etc:
Su ritmo de crecimiento, me está asustando un poco....., y aunque con el tiempo que tenemos por estos lares, y en el alfeizar de una ventana, no creo que se logre, intentaré formar un pequeño arbolito que me recuerde a ese maravilloso país. Os pongo la serie diaria de su desarrollo hasta hoy mismo.
Tras la escarificación el 30.5.2014, la semilla se hincha y comienza el proceso de germinación. Vemos como asoma la radícula al día siguiente.
El Guanacaste, es el árbol nacional de Costa Rica desde 1959, y hasta una de sus provincias, al NW, lleva el nombre de nuestro verde amigo.
Así estaba esta mañana, sus primeras hojas, ya asoman por encima de los cotiledones. A ver, hasta donde llega esta aventura con este trozo de Costa Rica que me traje hace unos meses.
Una nueva foto de mi "pequeñajo", que no deja de crecer.
Bueno, con estos calores que tenemos, va creciendo un poco cada día, y abriendo más hojas. Sigo alucinando con como cierra las hojas al atardecer....
Hoy está un poco más grande.... 16 días desde que lo planté.
Así duerme mi Corotú. Con los folíolos plegados sobre el raquis. Con las primeras luces, vuelve a desplegarlos.
Sobre el 26.6.2014, descubro que sobre la mayoría de las axilas de los peciolos, hay una "gota" de líquido. El Guanacaste, tiene en su tronco, exudaciones de "Goma de caro", una especie de resina que se utiliza en medicina tradicional contra la bronquitis y el resfriado.
A primeros de junio, sigue a tope. Creciendo sin parar y abriendo más hojas.
Bueno, tras perder las hojas en otoño, no daba mucho por que siguiese adelante, pero tras unos pocos cuidados, y manteniéndola lo menos "fría" posible, hace unas semanas, ha despertado de su letargo, después del fresco y húmedo invierno.
Este es el aspecto que tenía en invierno, sin sus hojas, un desnudo tronco.
A finales del mes pasado, empezó a sacar sus nuevos brotes.
Parece que con la llegada de las mejores temperaturas (que aún no son nada del otro mundo....), comienza a despertar.
Una nueva foto de mi "pequeñajo", que no deja de crecer.
Bueno, con estos calores que tenemos, va creciendo un poco cada día, y abriendo más hojas. Sigo alucinando con como cierra las hojas al atardecer....
Hoy está un poco más grande.... 16 días desde que lo planté.
Así duerme mi Corotú. Con los folíolos plegados sobre el raquis. Con las primeras luces, vuelve a desplegarlos.
Sobre el 26.6.2014, descubro que sobre la mayoría de las axilas de los peciolos, hay una "gota" de líquido. El Guanacaste, tiene en su tronco, exudaciones de "Goma de caro", una especie de resina que se utiliza en medicina tradicional contra la bronquitis y el resfriado.
A primeros de junio, sigue a tope. Creciendo sin parar y abriendo más hojas.
Bueno, tras perder las hojas en otoño, no daba mucho por que siguiese adelante, pero tras unos pocos cuidados, y manteniéndola lo menos "fría" posible, hace unas semanas, ha despertado de su letargo, después del fresco y húmedo invierno.
Este es el aspecto que tenía en invierno, sin sus hojas, un desnudo tronco.
A finales del mes pasado, empezó a sacar sus nuevos brotes.
Parece que con la llegada de las mejores temperaturas (que aún no son nada del otro mundo....), comienza a despertar.