Tras fallar el individuo que observó en Valdoviño, A Coruña, Pablo Gutiérrez el día 23 (Observación y audio), hoy 24.1.2022 nos acercamos la tarde de hoy al bosquete de sauces que discurre paralelo a la playa de San Jorge/Esmelle, Ferrol, A Coruña.
Las condiciones siguen como esta última semana, días despejados y sin viento y con temperaturas bajas, que se caldean ligeramente durante las horas de sol, que son ideales para prospectar pajarillos con mucha comodidad.
Nada más internarnos en el bosque, Pablo observa un macho de Pyrrhula pyrrhula; mientras le saca unas fotos, veo en lo alto de un sauce grande, un mosquitero que me parece muy pálido, aviso a Pablo y a los dos nos parece un buen candidato para un mosquitero siberiano; justo en ese momento, aparece en escena, otro cercano individuo muy similar (Entonces pienso que me estoy 'columpiando', y que debido a la luz, nos parecen extremadamente pálidos.).
Para intentar “bajarlos”, retrocedemos unos metros y ponemos el reclamo. Sin demasiado interés, y siempre sin dejar de alimentarse, uno de ellos, se va acercando a nosotros hasta tenerlo a una altura y distancia suficiente para que Pablo tome algunas fotos y podamos realizar una buena observación.
Efectivamente, es un pájaro muy pálido, sin tonos verdosos. Es ocráceo, con el vientre color arena y sin ningún tono verde o amarillento, La superciliar está bien marcada, blanquecina y bien delimitada por una lista ocular oscura. El píleo es uniforme; de tonos ocres que se oscurecen levemente al llegar a la base de la superciliar. Los tonos mas coloridos del ave, se localizan a la altura de los flancos superiores, a la altura de los laterales del pecho, que tienen tonos suaves y algo cremosos o pajizos. Las infracaudales son blancas, casi puras. Las plumas de las mejillas, tienen leves tonos ocres en la zona auricular.
Pico y patas son totalmente negros.
Nos movemos a otra zona del bosquete a intentar localizar más individuos o relocalizar a los individuos, que habíamos perdido de vista durante unos momentos en los que comentábamos la observación. Caminamos unos 400 metros a lo largo de la sauceda, pero tan solo vimos unos collybita, que se alimentaban en los árboles.
Decidimos regresar al punto de origen; se notaba menos movimiento de bichos; esta vez, probamos a poner el canto, en lugar del reclamo. Al momento aparecieron de nuevo, esta vez, altos en la copa de los sauces; de pronto, se pusieron a cantar ambos individuos, con las primeras notas, ya dimos por confirmada la identificación completamente; durante unos 15-20 minutos, se dedicaron, lejos el uno del otro, a alimentarse con fruición en lo alto de los árboles y contestar al canto del compañero.
No los escuchamos reclamar en ningún momento, pero su canto es muy característico y completamente diferente al del Phylloscopus collybita collybita; en lugar del típico chif-chaf chif-chaf del collybita, su canto es más bien un Chuvi-chivi chuvi-chivi (que vagamente me recordó a algunas estrofas de la marcha Radetzky).
Sonograma del canto
Durante estos estupendos momentos, nos dedicamos a grabar los cánticos con los teléfonos móviles, de los que obtuvimos excelentes grabaciones, al no haber nada de viento, tan solo interrumpido de fondo con el lejano sonido del oleaje que llegaba desde la playa.
Como una hora u hora y media después, regresamos a casa tras haber obtenido unas observaciones y registros sonoros y fotográficos que no dejan lugar a duda de la correcta identificación de dos individuos de Mosquitero siberiano.
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