Hay veces que podemos pelearnos por leerlas y dejarnos los ojos.

Podemos hacer dos cosas, asustar al grupo (de lo que no soy partidario y además corremos el riesgo de que se vayan y no vuelvan o se posen más lejos...); o bien dejar el lugar más o menos localizado y seguir buscando (de vez en cuando podemos volver a nuestra "cansada" amiga a ver si se incorporó).
Hay veces que tenemos suerte y la "tumbada" nos permite leer el código perfectamante.

Estudiado detalle este de poner a la gaviota al lado de la anilla de muestra de Mike Marsh, se agradecen estas exquisiteces de diseño.
ResponderEliminar;-))
Pues fue una casualidad, pero queda chulo.... Verdad
ResponderEliminarAmigo Antonio: Sabela me había hablado mucho del blog, fue lo que me llevó a él. Sólo quiero felicitarte, ya que es un trabajo impresionante, bonito y creo que muy útil para mucha gente. Ojalá algunas personas supieran emplear su tiempo en cosas como estas! Lo dicho, enhorabuena!
ResponderEliminarCoño Carlos, muchas gracias; le mandé a Sabela alguna otra foto (os mandaré más y no solo de gaviotas....). Es una afición como otra cualquiera, pero muy entretenida y en verano, además, se pilla un moreno obrero espectacular.... (que me disculpen los obreros).
ResponderEliminarSaludos.